Luis Quiñones sigue peleando por su vida en el hospital. El boxeador santandereano se encuentra en coma inducido luego de ser noqueado por José Muñoz en la velada boxística que se desarrolló en Barranquilla, y las siguientes 48 horas serán claves para su recuperación, luego de que la Clínica General del Norte dictaminara que su pronóstico es reservado.
Al respecto, su hermana Maira habló con BDC BOXING y contó detalles del inicio de Luis en el boxeo: «mi hermano es un joven de 25 años que lucha por sus sueños. Desde pequeñito nunca le vimos lo de boxeo; lo empezó cuando en el colegio le hacína bullying, lo molestaban, entocnes el tomó esa decisión de empezar a entrenar boxeo y cuando ya sabía pelear fue a donde el ‘chino’ que le había pegado y se la devolvió».
Así mismo, Maira contó que Luis se vino a Barranquilla para iniciar su carrera deportiva ante la falta de apoyo en su pueblo natal: «empezó su carrera de boxeo en Barrancabermeja con INDERBA, después tomó la decisión de irse a Barranquilla porque el Estado nunca le da apoyo a los deportistas. Decidió venirse a Barranquilla y aquí empezó a hacer su carrera de boxeo,a hacer sus peleas».
Por otro lado, Quiñones cuenta cuál era el sueño del joven boxeador mientras iniciaba su carrera: «iba invicto con 10 peleas hasta que llegó la más esperada, la pelea por el título nacional. Su sueño siempre ha sido ser un gran campeón mundial y arreglarle la casa a mis padres. Es su mayor sueño y lo va a lograr, a pesar que la carrera de boxeo llegó hasta acá».
Maira también confesó que había visto bien a su hermano en las horas previas a la pelea, y que no saben cómo terminó en esta situación: «el dia de la pelea nosotros hablamos. Estaba durmiendo, eran como las 5 de la tarde. Le pregunté ‘¿Qué haces durmiendo?’, y él me contestó ‘la pelea es como a las 8, ahorita me levanto’. Estaba muy ansioso porque me decía que hasta no podía dormir. Lo veíamos bien, empezó la pelea y de pronto se desplomó. Aun no sabemos lo que pasó».
Finalmente, Maira Quiñones confía en que su hermano Luis saldrá victorioso de esta batalla, la más grande que ha tenido en su vida: «se encuentra en un estado reservado, en un coma inducido, esperando que pasen 42 horas. Le hicieron una cirugía en el cerebro, estamos esperando que desinflame y que empiece a responder por sí solo. Tenemos fe en Dios y con las oraciones va a ganar esta batalla. Está peleando y está luchando por su bien».
