El combate entre Regis Prograis y Josh Taylor recién se hizo oficial el pasado sábado no sin antes que los manejadores de Prograis presentaran algunas quejas, pues el boxeador habría solicitado que se le asegurara en su contrato que los tres jueces serían neutrales.
Desde el equipo de Regis habían presentado una demanda a su nombre el 9 de agosto amenazando su retirada del torneo, basándose en gran medida que Comosa AG, compañía que financia la Súper Serie Mundial de Boxeo (WBSS por sus siglas en inglés), no depositó los fondos y el bono de ganancia en la cuenta del boxeador dentro de la fecha estipulada. Sin embargo, ya fue retirada.
Prograis esperaba que la pelea contra Taylor se diera en Estados Unidos, pero el evento tendrá más dinero en Reino Unido, y así, peleará por fuera del país por primera vez desde que se convirtió en boxeador profesional en 2012. Mientras que Taylor ha peleado nueve veces en Escocia, tres en Norteamérica, una vez en Inglaterra, en Irlanda del Norte y Gales, desde 2015.
Ahora, se espera que la FIB y la AMB elijan los jueces para esta pelea, pues la Junta de Control del Boxeo Británico asignará el árbitro, que puede ser alguien del Reino Unido, según un acuerdo.
La selección de los jueces será similar al proceso que se hizo antes de la pelea por unificación de peso ligero entre Vasiliy Lomachenko y Luke Campbell, quienes pelearon el sábado anterior en el mismo recinto; siendo John Robert Laine de Mónaco, Omar Mintún de México y Benoit Roussel de Canadá. Mientras que el árbitro fue el escocés Víctor Loughlin.
Prograis y Taylor disputarán en 12 asaltos los títulos superligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Federación Internacional de Boxeo (FIB) y diamante del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en la final de la WBSS el próximo 26 de octubre en el O2 Arena de Londres.
Por: Redacción BDC Internacional.
