El universo del boxeo se encuentra en un estado de efervescencia tras el encuentro entre Saúl «Canelo» Álvarez y el influyente hombre de negocios Turki Al-Shiekh en Londres. El murmullo se ha transformado en un grito ensordecedor: la posibilidad de un choque épico entre Canelo y Terence Crawford está más viva que nunca.
«Siempre hay una posibilidad», declaró el púgil mexicano, dejando entrever que su mirada se dirige, como siempre, a los «mejores tratos». Y es que, si algo ha caracterizado la carrera de Canelo es su astucia para elegir los combates que no solo desafían su habilidad, sino que también engrosan su legado y su enorme chequera particular.
Turki Al-Shiekh, con su proverbial visión de negocio, no se ha quedado atrás, colocando este posible encuentro como uno de los grandes eventos que podrían sacudir el panorama deportivo en Norteamérica durante el 2025.
Sin embargo, la ecuación no es sencilla. Crawford, a sus 37 años, se encuentra en una encrucijada. Su incursión en las 154 libras, donde casi sucumbió ante Madrimov, plantea interrogantes sobre su viabilidad ante la fuerza y juventud de rivales como el Canelo. ¿Será capaz de desafiar la lógica y conquistar la gloria?
La incertidumbre añade un ingrediente picante a esta historia. Mientras Canelo busca las «mejores ofertas», Crawford espera su oportunidad, consciente de que podría ser la última. Pero, como bien señala el campeón mexicano, «ambos peleadores son buenos peleadores. Por eso, creo que ambos tienen posibilidades de ganar».