Mientras David Morrell derrocha confianza y anticipa un nocaut fulminante, David Benavídez responde con un mensaje de poderío calculador y una estrategia que busca desmantelar a su oponente desde el primer campanazo. Lejos de dejarse llevar por la bravuconería, Benavídez se presenta como un depredador que planea una cacería metódica, alimentada por las provocaciones previas al combate.
«No tengo que buscar un solo golpe. En esta pelea, vamos a hacer cosas diferentes. Vamos a lanzar combinaciones desde el principio, y una vez que las lance, verán al mejor David Benavidez que se haya visto.» Benavídez no se limita a buscar un golpe de suerte, sino que anuncia un ataque sostenido y variado. Su enfoque en las combinaciones desde el inicio es una clara indicación de su intención de imponer su ritmo y desgastar a Morrell.
Y mientras Morrell promete un nocaut, Benavídez habla de un castigo metódico y multifacético. «No busco un solo golpe. Voy a castigar a este tipo desde todos los ángulos. Golpes al cuerpo, a la cabeza y uppercuts. Sea lo que sea, lo voy a castigar” Esta declaración deja claro que Benavídez no subestima a su rival, pero está convencido de que tiene las herramientas y la estrategia para superarlo y que desmeerita el principal foco de críticas de su rival de turno cuando lo ha llamado en reiteradas ocasiones: «Robocop».