La foto de Terence «Bud» Crawford registrando 186 libras en su preparación para el choque del 13 de septiembre contra Saúl «Canelo» Álvarez ha encendido el debate en el mundo del boxeo. El considerable aumento de peso del ex campeón indiscutido de peso welter ha generado preguntas sobre su estrategia, su capacidad de adaptación a las 168 libras y, crucialmente, si este cambio físico lo ayudará o perjudicará en su enfrentamiento contra el campeón unificado de peso supermediano.

Crawford, conocido por su velocidad, habilidad técnica y versatilidad en el ring, se enfrenta a un desafío monumental al subir dos divisiones para enfrentar a Canelo. Algunos analistas creen que el aumento de masa muscular es un intento de igualar la potencia y el tamaño natural de Álvarez, buscando una mayor pegada y resistencia en el combate.

Sin embargo, otros expertos advierten que este cambio podría comprometer la velocidad de pies, la agilidad y la capacidad de respuesta que han sido fundamentales para el éxito de Crawford a lo largo de su carrera. Existe el riesgo de que el peso extra lo ralentice y lo convierta en un blanco más fácil para los potentes golpes de Canelo.

La decisión de Crawford de no tomar una pelea de preparación en las 168 libras antes de enfrentarse a Canelo también ha levantado cejas. Este movimiento inusual sugiere una confianza extrema en su capacidad para adaptarse rápidamente a la nueva división, pero también plantea la preocupación de que pueda estar subestimando la dificultad del desafío.

El ex campeón mundial Keith «One Time» Thurman, aunque reconoce la dificultad del reto para Crawford, ha instado al estadounidense a maximizar su preparación física y mental, sugiriendo que explore métodos como el entrenamiento en altura y técnicas de meditación para obtener una ventaja competitiva.