Timothy Bradley (32-1 12 Ko´s) acuñó su nombre a un cuarto cinturón mundial de boxeo al derrotar por la vía de los puntos a Jessie Vargas (26-1, 9 Ko´s), actual monarca súper ligero de la AMB que a su vez perdió su condición de invicto en el boxeo de paga, en la reyerta estelar de este sábado 27 de junio en el Stubhub Center de Carson, California.
El réferi Pat Russell detuvo la pelea a falta de ocho segundos para que terminara el último asalto luego que Timothy Bradley recibiera una mano derecha que le hizo estremecer hasta las calzas de los dientes, le dobló las piernas y con un su rival, Jessie Vargas, buscándolo como su presa indefensa para rematarlo, el tercero del cuadrilátero señaló el final.
La confusión fue de tal magnitud que Vargas salió disparado a su esquina a celebrar lo que al parecer fue un nocaut técnico. Miembros de ambas esquinas subieron. Unos celebrando, otros preguntando qué pasó. El árbitro recibió los focos de las cámaras. Comenzó a preguntar por las tarjetas.
“Acabé el asalto, oí el final del mismo y decreté la finalización del combate. Eso fue lo que hice”, dijo Russell al entrevistador de HBO que al mismo instante le mostraba la repetición del polémico final en el que el tercero del ring no dejó que el reloj consumiera los últimos ocho segundos.
Con las cosas aclaradas, la puntuación favoreció, como fiel reflejo del desarrollo de una pelea que dominó ampliamente, a Timothy Bardley, quien recuperó la faja welter de la OMB aunque de forma interina.
Los oficiales del combate, Kermit Bayless, Max De Luca y Rocky Young, le dieron el voto al desempeño de Bradley con 115-112, 116-112 y 117-111, respectivamente, para decretar que ‘la Tormenta del Desierto’ es el nuevo monarca de las 147 libras de la OMB.
En el trámite de la pelea, Bradley dominó desde el campanazo inicial, dejando a un lado el acostumbrado asalto de estudio y a partir de la velocidad de sus manos, agresividad, le quitó la ventaja del alcance y estatura a su contrincante más alto y con diez centímetros más de cobertura con sus brazos. Bradley lo acorraló contra las cuerdas a Vargas tras la señal de los diez segundos finales y le asestó un derechazo claro para llevarse la máxima calificación de la primera vuelta.
Para el segundo, la rapidez de Bradley le permitía entrar y salir del cuerpo a cuerpo con Jessie Vargas. El jab aterrizó en un par de ocasiones en la cara del pegador de origen mexicano.
Al tercero, Vargas por fin hizo valer su mayor alcance, no dejó que Bradley se le acercara. Tomó esta vez la iniciativa y se hizo presente a una pelea de la que estuvo ausente en los dos asaltos anteriores.
A la cuarta vuelta, el ex monarca CMB y OMB de los welter sacó la dinamita. Estremeció a Vargas con su derecha, pero sin conectar el golpe de poder que lo mandara a la lona.
Solo hasta el octavo episodio, Vargas pudo detener la hegemonía de Bradley haciendo un asalto inteligente pegando y saliendo. Por momentos contragolpeando.
En el diez y once, Bradley vuelve a ser el mismo de la gran mayoría de asaltos. Veloz, agresivo, golpeando al cuerpo y saliendo para no intercambiar arriesgando una pelea que lucía suya desde hacía mucho rato.
Al cierre, una mano de Vargas a la mandíbula de Bradley hizo pensar que el único cierre posible para que Jessie Vargas saliera con la mano arriba se daría, pero no fue así.
Redacción BDC
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