Cuando Óscar Valdez padre llevó por primera vez al gimnasio en Nogales (México) al actual campeón mundial de las 126 libras Óscar Valdez Jr le dio un margen de diez peleas para que le probara a su progenitor si tenía talento para el boxeo.
Su hijo le contrapunteó al asegurarle que le daría veinte peleas para probarle que sí lo era. Desde ese día ninguno de los dos han salido de los gimnasios.
Sin embargo, la fibra emocional del mayor de los Valdez se sigue moviendo cuando los golpes aterrizan en la cara del junior.
“No es nada fácil. Cuando estamos en el campamento debo separar el sentimiento como padre. Hay que hacerlo a un lado y echarle ganas”, le dijo a BOXEO DE COLOMBIA en la antesala de la segunda defensa de la corona orbital de los plumas.
Por el ADN de los Valdez el boxeo fluye como el caudaloso Río Bravo del Norte, que al igual que la corriente natural atraviesa todo México, así el pugilismo atraviesa a varias generaciones de los Valdez.
Su abuelo Manuel, su mismo padre, dos tíos de parte de madre, todos se han puesto los guantes durante años.
“Es algo de tradición en la familia que vino con mi padre (el abuelo de Óscar), pasó por mí, estuvo en sus tíos maternos que hicieron carreras aficionadas, en fin, el boxeo define a los Valdez y los Valdez son boxeo”, expresó el hombre de 46 años.
Del combate de mañana, dijo estar seguro de creer en los recursos del campeón para sacar adelante una pelea muy dura para ambos.
“(Miguel) Marriaga es fuerte, pega, lo han llevado muy bien sus promotores a quienes conozco muy bien y somos amigos. Pero creo que si (Óscar Valdez) hace caso arriba del ring va a ganar la pelea. Es un fajador nato, lo mismo que el colombiano. Creo que va ser una buena pelea, no sé si la mejor del año como ya están pronosticando. Lo importante es que ninguno salga lastimado”, comentó.
Por: Redacción BDC – Foto y entrevista: Marco Pérez / Mpsportimages.com
