Medellín le apuesta al boxeo y una de sus figuras nacientes es Juan Manuel Córdoba Chaverra, chocoano de 30 años, quien encontró en el boxeo más que un deporte, una esperanza para su vida.
Originalmente, Córdoba era amante al fútbol, sin embargo, su talento no pudo ser desplegado porque Juan Manuel sufría de nervios que lo alejaban de sus mejores versiones. Fue entonces, cuando el entrenador de su equipo decidió expulsarlo de su participación en la Liga Antioqueña.
No obstante, Juan Manuel se negó a abandonar su sueño y continuó jugando en barrios, aunque ahí apareció otro problema.
«Me di cuenta que era muy impulsivo. Una vez golpeé a un rival y me expulsaron del torneo por tres años. Entonces dije: ‘si estoy peleando tanto, ¿por qué no me dedico a boxear?'», contó Córdoba en conversación con BDC Podcast.
Tanta era la desesperanza de Juan Manuel que decidió buscar en internet opciones para ponerse los guantes y superar su difícil momento personal.
«Conocí al entrenador Beibis Mendoza. Yo llegué de la nada, decepcionado de la vida y ahí comencé con las bases. Yo no sabía tirar un golpe. Mi primer día pensé que era un entrenamiento y realmente era un torneo y faltaba uno. Alguien me preguntó si tenía la capacidad y dije que me subía. Peleé con un alguien que sí tenía recorrido. En el tercer asalto le conecté golpes en el pómulo y el médico paró la pelea. En ese torneo terminé de segundo», recordó Córdoba.
Y es que la agresividad de Juan Manuel fue un trauma desarrollado desde su infancia. Es el quinto de nueve hermanos. A sus siete años tuvo la necesidad de trabajar en la calle, pues su padre abandonó su familia cuando él solo tenía cuatro meses. Entonces, para apoyar económicamente a su madre decidió lavar vehículos en el mismo lugar donde lo hacía uno de sus hermanos, quien un día fue agredido en circunstancias que Juan Manuel no recuerda, solo en su imagen queda el malestar no poder defenderlo.
En su escuela no fue diferente. Juan Manuel entró a trabajar en una empresa de reciclaje y en uno de sus camiones se transportaba hasta el colegio. Sin embargo, cuando sus compañeros de clases se percataron del suceso lo convirtieron en motivo de bullying, llamándolo con el apodo del ‘chatarrero’.
«En el colegio no hacía nada, pero en la salida peleaba», narró Córdoba.
Fue así, como por un accidente de la vida, a sus 24 años comenzó la historia amateur de Juan Manuel, llegando hasta la Liga de Boxeo de Antioquia. «Donde pegaba sacaba sangre o hacía un tumor», manifestó Córdoba.
Sus nervios se fueron aplacando y su impulsividad también, trayendo no solo beneficios deportivos, sino también personales.
«Con el boxeo aprendí a ser prudente, paciente. Pienso dos veces antes de pelear, mejor me río y me alejo. Antes era muy agresivo», reflexionó Córdoba.
Todos los esfuerzos de Juan Manuel tienen como imagen los sacrificios que hizo su madre por él y sus hermanos.
«Siempre tengo en mi mente cuando mi mamá decía ‘coman ustedes que yo estoy llena’. De niño no sabía esa mentira, que era porque no habían los recursos. Cada vez que voy a subir al ring lloro porque recuerdo eso. Mi proyecto es el de mi mamá, al que me pongan lo reviento. En cada golpe mío van las esperanzas de mi madre y mis hermanos», expresó Córdoba.
Actualmente el récord de Córdoba es de cinco victorias y una derrota, la cual ocurrió en una polémica pelea contra José Vargas que en algún momento espera repetir.