Siempre existe la discusión de cómo llega el talento a una persona, si nace o se hace. En el caso de Eduar Marriaga al parecer fue de la primera manera, pues desde que se encontraba en el colegio tiraba puños contra algunos estudiantes mayores que se aprovechaban de su condición y le arrebatan las meriendas a sus compañeros.
“Tenía 10 años, estudiaba e iba súper bien el colegio, siempre soy muy dedicado a mis cosas. Yo andaba con mis amigos y los grandes nos molestaban, me metí al boxeo para estar peleando y defender a mis compañeros”, señaló Marriaga en la habitación designada para su hospedaje en el Hotel Girasol, en donde atendió la visita de Boxeo de Colombia.
Eduar creció en un contexto difícil, pues su crianza fue en la Zona Cachacal, en el centro de Barranquilla, por lo que tener defensa propia era casi una obligación. Por sus constantes altercados su colegio lo castigó con matrícula condicional, lo que colmó la paciencia de su padre.
“Un día tuve una discusión con un joven tres años mayor, el me empujó y yo le respondí, nos pusimos a pelear y de un golpe en la barbilla lo mandé a que le cogieran cuatro puntos. Mi papá me metió al boxeo para que yo dejara de estar peleando por las calles”, declaró Marriaga.
Fue tanto el talento que el profesor de su gimnasio pudo observar en el barranquillero que se empeñó en sacarlo adelante. “En un mes aprendí a boxear. Pero mi problema era que no tenía pantalonetas por lo que le cogía la de mi hermano, que eran de fútbol, vivíamos peleando porque yo siempre se las ensuciaba”.
Con el pasar del tiempo Eduar fue cediendo ante los delitos que su barrio le ofrecía, por lo que fue integrante de una banda delincuencial, junto con un grupo de conocidos. “Estuve en malas andanzas, estuve asaltando con mis amigos, muchos de ellos están presos y otros muertos”.
Alex Therán Sr. se percató que un talento del boxeo estaba a punto de perderse, por lo que le dio todo su apoyo, hasta que Marriaga fue convocado a la Selección Atlántico. “Yo estaba a prueba y el titular se lesionó, participé yo y fui campeón nacional juvenil”.
Eduar ya empezaba a ser reconocido, pues no era muy común ver a un novato con escasa preparación estar en lo más alto de un podio, aun así no se separaba del todo de los equivocados caminos, hasta que el llamado a la Selección Colombia, después de participar en varios torneos, con un buen sueldo y el reconocimiento querido, lo convencieron que el pugilismo era el sendero. Al final no erró: “el boxeo es mi vida, cambió la historia de toda mi familia”.
Ahora Eduar sólo piensa en realizar asaltos dentro del ring, por lo que se prepara con toda su dedicación para algún día ser campeón del mundo, tal como su ídolo Floyd Mayweather, a quien, según él, se asemeja en el estilo de lucha.
Por: Jeffry Almarales Nieto / @JeffryAlmarales