Desde que Eleider Álvarez se convirtió en el año 2015 en el retador mandatorio del Consejo Mundial de Boxeo, el colombiano veía por primera vez de cerca la oportunidad de ser campeón del mundo y cumplir el sueño que se trazó desde que pisó el profesionalismo en 2009.
Pero su posición como uno de los mejores de los semipesado, en lugar de abrirle la puerta para retar al campeón del CMB, Adonis Stevenson, lo que hizo fue cerrarle por tres años esa posibilidad, provocando en Eleider una gran frustración que le llevó a tomar la decisión de abandonar su rótulo de mandatorio y emigrar a otro organismo.
La Organización Mundial de Boxeo le abrió los brazos y le colocó como el hombre directo a enfrentar a su monarca, Sergey Kovalev, quien venía de derrotar a Vyacheslav Shabranskyy y de defender ante Igor Mikhalkin.
Su eventual choque era cuestión de tiempo, y lo que era un secreto a voces fue oficializado el 9 de mayo de 2018, cuando Álvarez estampó su firma en el contrato que lo llevaba a enfrentarse al temido ‘Krusher’, para lo que sería su segunda defensa del fajón de la OMB, pactado para el 4 de agosto.
Varias sedes se manejaron para esa fecha, pero al final fue Atlantic City la elegida para ser el epicentro de la velada organizada por Main Events, GYM Promotions y HBO, que sería la encargada de transmitir la cartelera.
Con la pelea hecha una realidad, Eleider comenzó su entrenamiento, y sorpresivamente, decidió trasladarse a Bogotá, la capital de Colombia, donde realizó el grueso de su campamento, el cual también desarrolló en Montreal, lugar de residencia desde hace 10 años; mientras que Kovalev tuvo su centro de trabajo en Big Bear, en California.
Desde entonces transcurrieron cuatro meses para que Atlantic City recibiera nuevamente a los dos peleadores para los últimos días de espera para el combate. Eleider rompía de esta manera con 13 años sin que un colombiano peleara en esta ciudad por un título del mundo. Carlos Maussa, el 25 de junio de 2005, fue ese último ‘cafetero’ que había conseguido un campeonato, esa vez en el peso wélter al derrotar a Vivian Harris.
Con este impresionante antecedente, Álvarez caminó con tranquilidad hasta el día del enfrentamiento. En la conferencia de prensa se mostró confiado y con mirada desafiante para con Kovalev, misma imagen que se vio en el pesaje, la cual los dos protagonistas cumplieron sin problemas y dejaron el camino libre para el espectáculo del 4 de agosto de 2018.
El día llegó, la espera de Eleider terminó, y sobre las 10 de la noche (hora colombiana), el púgil de 34 años saltó al ring del Hard Rock Cafe and Casino, para medir sus puños ante Sergey Kovalev. Era la hora de luchar.
Para sorpresa de todos, el colombiano fue el que mejor arrancó la pelea, mostrando una disposición de valentía total, la cual combinaba con ofensiva y una movilidad que inquietaba al boxeador ruso, que gracias a su experiencia supo encontrar la salida para remontar en el desarrollo de la reyerta e imponerse con sus puños a su rival.
Las tarjetas en ese momento colocaban a Kovalev como vencedor por decisión unánime, pero la historia daría un giro total en el séptimo asalto.
Eleider, saliéndose del plan que su equipo había trabajado en el campamento, salió al séptimo con el cuchillo entre los dientes y dispuesto a colocar todo su poderío sobre el rostro de su rival. Un cruzado de derecha llegó de lleno entre la oreja y el ojo izquierdo de Kovalev, quien se fue directo a la lona.
En un acto de resistencia pura, el ruso logró ponerse en pie, pero su estado no era el mejor y aún quedaba un minuto de round, 60 segundos infernales para el campeón defensor. Eleider, a sabiendas de la condición de su contrincante, cargó de nuevo sobre el europeo para repetir la misma dosis de la primera caída y mandarlo de nuevo al suelo.
Sorprendentemente, Kovalev volvió a levantarse apelando a su orgullo de campeón y al permiso del réferi de permitirle continuar, pero solo fue para recibir un potente 1-2 de Eleider que lo mandó de última vez a la lona. Combate terminado.
Eleider comenzó a correr por todo el ring buscando asimilar de la mejor manera lo sucedido y logrado. Se abrazó con su equipo y gritó campeón con toda la fuerza que le quedaba. ¡Éxtasis en el ring! ¡Éxtasis en Atlantic City! ¡Éxtasis en Canadá! ¡Éxtasis en Colombia! Eleider hacia historia al convertirse en el campeón más pesado en la historia de su país.
Por: Redacción BDC