El mexicano Emanuel «Vaquero» Navarrete (38-2-1, 32 Ko´s) demostró que le pesan la manos y le sobre dinamita en los nudillos al noquear en seis asaltos a su compatriota Óscar Valdez (32-3, 24 Kos´) en una pelea explosiva de principio a fin en el el coliseo NBA de la ciudad de Phoenix (EE.UU.), la casa de los Suns, en el plato principal de la cartelera en el corazón del Desierto de Sonora.
Navarrete mandó a la lona en tres ocasiones a Valdez: en el primero, en el cuarto y por último en el sexto para firmar una defensa exitosa de su cinturón de las 130 libras de la OMB en una revancha entre ambos que no dejó a deber nada para las clientela que abarrotó el coliseo de baloncesto y llenó el ojo de la audiencia televisiva mundial que siguió la pelea sin pestañear pese a que sobrepasó la medianoche en Latinoamérica debido a retrasos por la televisión americana.
Valdez arrancó traicionado por sus propias emociones: siempre con el afán de dar espectáculo, salió a atropellar a Navarrete desde que sonó la campana en el asalto de apertura, presionando al campeón, quien con paciencia y estrategia cerró las acciones del round inicial con un 10-8 a su favor.
El intercambio de golpes entre ambos siempre dejaba una sensación: que Valdez golepaba una pared y Navarrete le ponía las piernas de gelatina a Valdez cada vez que llegaban a destino sus golpes que entraban por todos los ángulos.
La rubrica de Navarrete fue un gancho al hígado que puso de rodillas a Valdez, quien pese a la valentía que le ha caracterizado a lo largo de su carrera, no pudo restablecerse del dolor ocasionado por la zurda impecable que le provocó un estallido de dolor al crédito de Nogales en su zona media.
De esta manera, «Vaquero» retoma la senda de la victoria en su carrera profesional tras un empate y una derrota desde que había vencido por decisión unánime al mismo Valdez en agosto del año pasado también en Arizona. En el mismo 2023, Navarrete empató con el brasileño Robson Conceicao y luego en mayo de este año mordió el polvo de la derrota ante el ucraniano Denis Berinchyk en decisión dividida.
Por Carlos Hurtado Morón