Anthony Joshua ha dejado claras sus intenciones: el excampeón mundial quiere enfrentar a Tyson Fury en lo que sería una de las peleas más esperadas en la historia reciente del boxeo británico y unas de las rivalidades más caldeadas enlos últimos años en el boxeo de la isla del Rey, pero que no se ha materializado.
En esta ocasión, con ambos «masticando el polvo de la derrota», tanto Joshua y Fury podrían recapitular un poco del frenesí de los aficionados al boxeo del Reino Unido venido a menos con sus recientes derrotas ante Daniel Dubois, quien liquidó en cinco asaltos a Joshua el 21 de septiembre del año pasado en Wembley, y contra Usyk, en el caso de Fury, en la mega revancha de los peso pesado en Riad, Arabia Saudita.
Pero más allá de las sendas derrotas que marquen el presente actual de los dos, entre ambos podría cocinarse un mar de intereses comerciales que despertarían el furor de un país en verlo entre las cuerdas por fin.
Un enfrentamiento entre Joshua y Fury ha sido objeto de rumores durante años, pero los obstáculos contractuales y las prioridades deportivas de ambos boxeadores lo mantuvieron en el limbo. Ahora, con Joshua enfocándose nuevamente en su carrera tras ser noqueado y Fury en la necesidad de una pelea que refuerce su legado tras las críticas sufridas ante Usyk, este combate parece más posible que nunca.
Este posible combate no solo tendría implicaciones deportivas, sino también comerciales. Una pelea de esta magnitud podría generar cifras récord en ventas del ‘Pago por Ver’ y llenar estadios como Wembley en cuestión de minutos.
Aunque todavía no se han oficializado las negociaciones, el interés de Joshua en enfrentar a Fury reaviva la esperanza de los fanáticos por una pelea que podría ser histórica debido a que en muy pocas ocasiones en la historia un choque entre boxeadores perdedores podría generar tanta expectativa.