El equipo de Óscar Escandón se muestra confiado por el largo campamento que desarrolló el boxeador ibaguereño durante su estadía en Estados Unidos.
La preparación ya está realizada, sólo resta cuidar el peso y esperar la hora del pleito para intentar conseguir el cinturón interino de las 126 libras del CMB, por el cual también luchará Robinson Castellanos.
Escandón es consciente que de esta pelea depende el trayecto que tome su carrera deportiva, por eso dejará todo el ring para conseguir el cinto.
“Estoy esperando que suene el campanazo”, declaró el tolimense.
Escandón enfrentará a Castellanos en el DC Armony de Washington la noche del sábado.