Desde que fue condecorado con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Anthony Joshua estuvo en la mira de las poderosas promotoras de Gran Bretaña.
Joshua, de la mano de Matchroom Boxing, realizó sus primeras siete peleas como profesional en menos de un año, con tan buen rendimiento que sacó a todos sus oponentes en máximo dos rounds.
Eddie Hearn, su promotor, decidió enviar a Joshua a foguearse con los mejores por lo que compró tiquetes a Stanglwirt (Austria), donde compartió campamento con Wladimir Klitschko, quien en ese entonces ya era el múltiple campeón de los pesos pesados.
Ambos peleadores compartieron, teniendo el kazajo un buen recuerdo del inglés, pese a que aseguró que tenía más de 15 compañeros, de los cuales no recuerda a muchos.
«Tenía campeones olímpicos y excampeones del mundo en mi campamento, pero su actitud era totalmente diferente. No estaba tratando de impresionar a nadie. Retrocedió, estaba sentado a un lado, sin hablar demasiado. Estaba observando, aprendiendo, haciendo preguntas. Él fue muy educado. Era diferente a los demás”, dijo Klitschko.
Desde un comienzo, el peleador de 41 años sabía que aceptar a esta gran cantidad de deportistas en su campamento era un arma de doble filo, pues es cierto que le permitía una gran variedad y calidad en sus sparrings, pero también permitía a esos jóvenes, quienes podrían ser sus rivales en un futuro, que lo observaran de cerca.
Joshua y Klitschko compartieron hasta finales de 2014, cuando el residenciado en Ucrania se preparaba para su defensa ante el búlgaro Kubrat Pulev.
«No vio todo en ese entonces, pero llegó a saber dónde me entreno, cómo me entreno, las reglas. Tiene la vibración. Es una ventaja para ambas partes. Él tuvo la oportunidad de mirar y estar en mi equipo de entrenamiento, en mi campamento. No ha visto todo, pero ha llegado a conocer mucho. Lo conocí en el ring”.
Pese a que ya no tiene sus títulos mundiales, el experimentado boxeador cree que el papel que cumplió fue histórico y por más que hagan otros peleadores él será uno de los más grandes pesos pesados que la humanidad haya conocido.
«Por favor, disculpe, ya que esto puede sonar arrogante, pero, por ejemplo, un paralelo: el Monte Everest. La montaña más alta del mundo. Ha estado allí por mucho tiempo y estará allí por mucho tiempo. Se puede subir durante un cierto período de tiempo – durante dos semanas en abril creo -. Usted puede llegar a la cima y decir «¡Conquisté el Everest!». Mucha gente murió allí. Algunos lo hicieron, no muchos. Pero el Monte Everest sigue allí. ¿Está derrotado el Monte Everest? Todavía está allí y va a tomar otra vida este mes de abril».
Por último, Klitschko aseveró que él también logro conocer a Joshua, a quien enfrentará con una mentalidad diferente ahora que sabe que tiene la posibilidad de recuperar lo que alguna vez fue suyo.
«Lo he visto muchas veces. He visto cómo respira, cómo actúa y qué hace. Creo que con el fracaso hay una lección, es bueno antes de ir a enfrentar a este hombre atlético, fuerte, joven y ambicioso. Creo que mi actitud habría sido diferente si todavía era un campeón y AJ habría sido el retador oficial. En mi mente, vengo después de una derrota con una actitud totalmente diferente y totalmente diferente de deseo y obsesión”.
Joshua vs Klitschko será el 29 de abril en un repleto Wembley Stadium, en donde estarán en juego los cintos mundiales de la AMB, la FIB y la OIB.
Por: Redacción BDC Internacional – Foto: Lawrence Lustig / Matchroom Boxing