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La discapacidad no es un límite, la historia de Jason Jones

Crédito: Marco Pérez / Mpsportimages.com

Muchas personas creen, de manera equivocada, que cuando se pierde la posibilidad de hablar, ver, escuchar o caminar, la vida deja de valer la pena y te conviertes en un ser que no tiene presente ni futuro. Muchos aseguran, erróneamente, que una discapacidad es el fin de todo. Pues bueno, quienes piensan de esa manera están en lo incorrecto, y un ejemplo que hará verles lo mal que están, es la historia de vida de Jason Jones, un hombre que a pesar de haber perdido la capacidad de moverse por sí solo, es hoy uno de los entrenadores de boxeo más reconocidos de los Estados Unidos, haciéndole ver a los demás que la vida sigue, no importa qué tan duramente te haya tratado.

El día que todo cambió

Un 3 de enero de 1999, cuando Jason Jones tenía solo 20 años, un intento de robo terminaría cambiando su vida para siempre. El disparo del arma de un ladrón que entró a su auto de manera violenta, ingresó justo a la espalda de Jason, afectando su columna de manera grave, dejándolo parapléjico y con la necesidad de usar una silla de ruedas para moverse.

¿Cuánto puede afectar esto a un chico que está ingresando a la etapa adulta y se prepara para encarar su futuro? Demasiado. No es fácil para nadie sobreponerse a este tipo de situaciones, pero Jones logró encontrar la fuerza interior para no desfallecer, y demostrarle a todos que más allá de su condición física, podía lograr lo que se propusiera, y fue así como llegó a ser un entrenador de boxeadores profesionales.

Todo un luchador

El camino no ha sido fácil, pero eso no ha sido impedimento para nuestro protagonista. Las bases de este deporte las obtuvo cuando entrenaba kickboxing y posteriormente se metió de llenó al mundo del boxeo, donde muchos le miraban extrañados al ver a alguien silla de ruedas intentar ser entrenador.

¿Cómo podrá entrenar seriamente a alguien si no puede subirse al ring o moverse con facilidad? Ese tipo de preguntas, que salían entre los murmullos de la gente, no fueron problema para Jason, quien las tomó como una motivación extra para seguir persiguiendo sus sueños.

«La gente dice y siempre dirá muchas cosas sobre ti. Lo importante es alejarte de todo tipo de comentario y centrarte en lo tuyo. Yo he trabajado arduamente desde que mi vida cambió aquella vez. No he dejado que nada me detenga y hoy puedo ver que ese esfuerzo ha rendido frutos», dijo Jones en entrevista con Boxeo de Colombia

Actualmente, Jason cuenta con tres peleadores profesionales a su carga, todos invictos y con proyección a ser boxeadores de cuidado en sus respectivas categorías. Con ellos el trabajo no es nada diferente en comparación a otros campamentos. La intensidad es total, y gracias a algunas adecuaciones en el gimnasio donde entrenan, la relación entrenador-púgil es total, base clave del éxito en este deporte.

«Hemos adecuado algunos equipos de entrenamiento y algunas rampas para moverme con mayor facilidad para conversar de mejor manera con los muchachos, pero las cosas cambian cuando llegan las contiendas oficiales. Ahí tengo que arreglármelas yo solo», aseguró.

¿Cómo trabaja en la esquina? «Simple, me mantengo cerca, y cuando mi peleador se sienta para el descanso, agarro su pierna e inmediatamente él baja la cabeza para escucharme. Es algo que ya tenemos acordado. Cuando termino de hablarle, le toco dos veces la pierna y él mueve su cabeza en señal de que entendió todas las indicaciones», explicó Jason Jones, quien siempre genera admiración a toda velada donde va, ya que la gente reconoce ya su esfuerzo y dedicación, algo que pocos muestran en este deporte.

Creer en ti mismo

¿Cómo fue posible todo esto? Para Jason, lo principal es no caer en la lamentación de lo sucedido, que no es un proceso sencillo, pero no imposible de superar. Ya con eso superado, es momento de creer, llenarse de confianza en sí mismo, porque con eso en manos, todo será posible.

«No importa lo que te haya pasado o que otros digan de ti. Si tú tienes la confianza, crees firmemente en ti y lo que puedas lograr, nada te detendrá, ni un problema físico como el mío, que para muchos es el final del camino, pero no es así, es solo una motivación más para darlo todo por tu vida», expresó.

Creer, creer y creer, la filosofía de de vida de un gran hombre como Jason Jones, quien ahora mismo solo piensa en sacar campeón del mundo a sus peleadores, sueño que cerraría un ciclo importante en su vida, y le dejaría en la historia del boxeo como el primer entrenador en silla de ruedas campeón del mundo, haciendo ver qué equivocados están a esas personas que creen que una incapacidad es el final de todo.

Por: Redacción BDC Internacional 

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