Tranquilos y confiados, así lucen Luis de la Rosa y su entrenador Álvaro Mercado a pocos días del duelo mundialista por el cinturón de las 108 libras de la AMB contra el japonés Ryoichi Taguchi, en Tokio. Aunque esa calma no los acompañó el día lunes porque en una de sus muchas ocurrencias a ‘Mercadito’ le picó el bicho de salir a conocer territorio asiático, llegando a un lugar desconocido. Si no fuera por la Policía de ese país y el “‘pikinglish enredao’” de ‘Alvarito’, de seguro Sergio Chams lo habría tenido que salir a buscar.
De la Rosa se ha alimentado bastante bien, y es que es un lujo que se puede dar después de que la báscula le marcara 105 libras en su último pesaje. Quien no tiene problema con su peso, pero que irónicamente es el que no come, es Mercado a quien los ingredientes crudos no le sientan bien, por suerte cuenta con un estómago guerrero.
Guerrero es el adjetivo que debe convertir en realidad De la Rosa cuando enfrente a Taguchi, con quien ya se ha topado en varias ocasiones, todas con la misma similitud: el nipón no le quita la mirada de encima, ¿por qué? ‘Lucho’ sacó sus propias conclusiones.
El Team De la Rosa tiene buena energía, esa misma con la que deben acompañar todos los colombianos la pelea del 31 de diciembre. Si tienen esa buena vibra brinden, pero esta vez no con vino, sino con un “té monocuco” de esos de los que toma en Asia el antioqueño. Aunque su efecto es desconocido, pero si Luis se quitara sus enormes lentes podríamos observar si la bebida lo dejó viendo en chino.
Por: Redacción BDC