Miguel Marriaga no pudo arrebatarle el cinto pluma de la OMB a Òscar Valdez. La pelea fue vibrante de principio a fin, pero los movimientos de pierna y la inteligencia del mexicano fueron determinantes para retener su correa.
Por momentos, el arjonero no tuvo variantes que le permitieran meter ese característico aguijón que a tantos rivales dejó en la lona.
Sobre el final de la contienda las tarjetas marcaron 119-108, 116-111, 118-109 a favor de Óscar Valdez.
Marriaga despertó tarde
Durante el primer round ambos pegadores probaron sus mentones con potentes golpes. Al darse cuenta de la fortaleza de su rival decidieron recular un poco, siendo Marriaga el que daba más pasos hacia adelante.
El arjonero se fue soltando y para el segundo asalto conectó un par de cruzados de derecha e intentó con su reconocido gancho de zurda, pero sin mucho efecto por el momento. Mientras Valdez le apostaba al constante cambio de guardia.
La esquina del colombiano pedía mayor cantidad de fintas, puesto que Marriaga iba muy frontal ante un mexicano que caminaba mucho el cuadrilátero.
El término del tercer capítulo y el comienzo del cuarto fueron explosivos, con ambos boxeadores sacando sus mejores cartas para intentar buscar un nocaut tempranero.
Después de este punto, Miguel Marriaga entró en un letargo en donde no combinó y no tuvo variantes para acercarse a Valdez, quien de manera inteligente lo mantuvo lejos y le apostó al contragolpe. Así se mantuvo el combate en la mayoría de los asaltos.
Valdez parecía descifrar la estrategia de Marriaga, que era predecible, y con mucho movimiento anuló por varios pasajes a su oponente.
Después de un quinto round de transición, en el sexto Marriaga salió enchufado y conectó tres cruzados que hicieron retroceder a Valdez, pero no mantuvo el ritmo.
La esquina mexicana celebraba el desempeño de Valdez, mientras que la colombiana le pedía a Marriaga “más presión”, y que el arjonero se soltara, puesto que Valdez se le escapaba muy fácilmente.
Para el término del noveno segmento ganar por puntos para el colombiano era imposible, por lo que en el décimo puso toda la carne en el asador. Fue un round de infarto. Marriaga puso contra las cuerdas a Valdez que parecía que se iba a la lona, pero un inesperado volado cambió la papeleta y el que cayó al suelo fue el bolivarense.
Pese a la caída, Marriaga se recuperó bien y con más ganas que técnica se abalanzó sobre un Valdez que también lucía sin fondo físico.
En los rounds de cierre ambos se dieron con lo que tenían y con lo que le restaba. Marriaga salió a hacer su trabajo y aunque conectó algunos cruzados interesantes no fue suficiente para fracturar la mandíbula de Valdez, que hoy limpió dudas de su fortaleza. Además, el ‘tapatío’ tenía más restos en su condición físicas.
Al final fue decisión unánime para Valdez, que retuvo por segunda ocasión su cetro.
Por: Jeffry Almarales Nieto / @JeffryAlmarales – Foto: Marco Pérez / Mpsportimages.com
