José Vargas salió de San Antero directo a Tijuana, en México, con un cúmulo de motivaciones. Las más grandes: su recién nacida hija de dos meses, cambiar el presente boxístico de su país y materializar el sueño ardiente de ser campeón del mundo.
“Estoy avanzando, aprendiendo y corrigiendo errores. Todavía me falta mucho. La idea es ser grande, tengo mucha ambición de ser campeón mundial. No me conformo con lo que hago, cada día quiero aprender más”, comentó en diálogo con BDC.
Aunque tiene claro que su mayor reto es superarse cada día, reconoce el gran nivel que muestran los mexicanos en sus sparrings, el primer reto que tuvo al llegar a tierras ‘manitas’.
“Hay mucho nivel en Tijuana, con boxeadores mexicanos. La idea no es estar a su nivel, sino superarlos. Hacer que el pensamiento hacia el boxeo colombiano cambie, que lo miren de otra manera y cuando llegue un colombiano sepan que va a haber candela. Espero mostrar que en el país hay talento. Mi meta es ayudar a salir a los que están empezando”, comentó.
El anterior deseo de Vargas es muy parecido a lo que logró su manejador Oscar Negrete en su época de boxeador, pues abrió caminos a sus compatriotas en Estados Unidos, país al que el cordobés desea conquistar.
“Espero pisar tierras estadounidenses, donde hay niveles grandes de boxeo. Voy a trabajar duro, muy comprometido”, cerró.
Por: Redacción BDC
