Mikaela Mayer cree que finalmente ha encontrado su peso ideal y que eso traerá problemas a la campeona welter de la FIB, Natasha Jonas, con quien se estará enfrentando este próximo 20 de enero en Liverpool en el Reino Unido, en busca de ser campeona del mundo en una nueva división de peso.
La ex campeona unificada de peso súper pluma también ganó el título interino del CMB en peso ligero, pero subirá al ring como peso welter por primera vez cuando se enfrente a Jonas. En lugar de preocuparse por cómo le afectará el peso extra, Mayer se pregunta cómo se las arregló sin él.
Jonas también ha pasado por una epifanía similar. En 2022 saltó del peso ligero a la división de peso mediano junior, aunque nunca pesó más de 150 libras, y consiguió tres cinturones de título mundial en nueve meses.
El hecho de no tener que preocuparse por el peso y por ende estar totalmente enfocada en lo que es boxeo en su campamento de entrenamiento, es algo que tiene muy feliz y motivada a Mayer, quien tomará el duelo ante Jonas como el primero en busca de barrer por completo con la división de peso welter.
«Honestamente, no me di cuenta del costo que estaba teniendo en mi cuerpo reducir tanto peso», le dijo a Andy Scott en Sky Sports. “Pensé que era simplemente ser un peleador duro y campamentos difíciles, pero al sentir cómo me sentí en este último campamento, en este campamento actual y en el campamento anterior, realmente estoy disfrutando el boxeo nuevamente. Es mucho más divertido sentirse bien, fuerte y saludable todos los días».
“Estoy muy entusiasmada con este peso. Sé que tomará tiempo revertir lo que hice en el pasado porque he mantenido mi cuerpo en 130 libras durante mucho tiempo, pero estoy trabajando para hacer todo lo que pueda para ser un peso fuerte y competitivo de 147 libras.”
“Estoy en 147 ahora, ella tiene un cinturón y creo que pertenezco a tener un cinturón alrededor de mi cintura, así que quiero desafiar a los mejores en mi división y ahora mismo esa es ella. Creo que será una gran pelea».
“Es una pelea que hicimos antes de que los gerentes la hicieran. Nos miramos y hablamos de ello en las redes sociales y cara a cara y ambos dijimos que queríamos la pelea. Cuando hay dos peleadores que quieren pelear, esto es lo que sucede. No hay excusas, se hace”.
