La conferencia de prensa posterior a un combate siempre trae consigo el orgullo del triunfo conseguido y la sensación de supremacía que prima de unos sobre otros.
Para Jessica McCaskill, alcanzar la octava victoria de su carrera en una revancha sobre la argentina Erica Farías no sólo significa un nuevo logro en su trayectoria deportiva, sino un sólido mensaje a sus contendientes.
Sobre Farías, la campeona confesó que «no hubo presión. No sentí nada de presión en su estilo». En cambio, sí reconoció que lo que sintió en formas de nervio corrió por cuenta del público que fue a verla luchar al Wintrust Arena. «La única presión fue de mi ciudad, de mi gente de Chicago. Escuchaba mi nombre, todos me llamaban y no es algo fácil», aseguró. «Esa fue la única presión. Esta es mi ciudad, este es mi lugar y quería que todo saliera bien».
El entrenador de McCaskill también tuvo palabras en el marco de la conferencia de prensa. Sus palabras fueron reflexivas, encontrando en la pelea de esta noche una fuente de observación a través de la cual pudo determinar cualidades a fortalecer y defectos a mejorar: «Debemos trabajar más el jab. La actividad debe ser constante sobre el ring y hay que mantener la lucha. En varios momentos peleamos con el árbitro y también debemos trabajar en eso», confirmó.
La barca de McCaskill navega por los mares de la victoria y sobre esas aguas pueden planificar con más calma lo que hará con su equipo de cara al futuro. Jessica, que ahora mejoró su récord con 8 victorias y 2 derrotas tiene muchas posibilidades, entre ellas subir de peso y luchar con Cecilia Braekhus, pero sólo el tiempo definirá lo que pueda llegar a suceder.
Por: Redacción BDC Internacional