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«No vendé con yeso a Margarito», dijo Javier Capetillo siete años después del escándalo que lo dejó sin licencia

Es un general de cuatro soles cargando entre pecho y espaldas todos los secretos del boxeo, sus trucos, enseñanzas, anécdotas y experiencias. El mexicano Javier Capetillo tiene 44 años dedicados a entrenar y hacer campeones del mundo. Entre ellos, Antonio Margarito (38-8, 27 Ko´s), ‘El Tornado de Tijuana’, de quien habló sobre la conveniencia de su regreso a las batallas de las dieciséis cuerdas ante el hijo de otro campeón al que entrenó, Jorge Páez Junior, ‘Maromerito’ (39-7-2, 23 Ko´s), este sábado en la Arena Ciudad de México del Distrito Federal.

“Ya no debería hacerlo. No creo que sea por necesidad. Creo que se resiste a olvidar todo esto. Sin embargo, debería tener cuidado y no confiarse del ‘Maromerito’. No es tan fácil como se cree. Este muchacho se entrena. Además, la inactividad de Margarito le puede pesar (no pelea desde 12 de diciembre de 2011 en la derrota ante Miguel Cotto en el Madison Square Garden de Nueva York)”, comentó Capetillo, quien atendió a BOXEO DE COLOMBIA en los Estados Unidos.

“Es una cuestión de ego. De sentirse reconocido por la gente. Ya tiene todo el dinero al que pudo haber aspirado. Pero como ahora la fama se ha ido, él se resiste que aquellas viejas glorias se esfumen. A que la gente lo olvide”, comentó el experimentado entrenador que nació en Guadalajara.

El sentido paternal de Capetillo, el cual ha tenido con todos los pegadores que ha entrenado, aflora cuando se refiere a un pegador como Margarito que lo marcó para bien y para mal.

El veterano habitante de los gimnasios de boxeo arrastra aún la sanción que le impuso la Comisión Atlética de California al comprobarse que el vendaje de Margarito contenía una sustancia muy parecida al yeso, en su pelea de 2009 ante Shane Mosley cuando fue derrotado por este por nocaut en el noveno asalto.

cotto margarito

Castigado con la revocatoria de su licencia, sin poder sentarse en una esquina en una pelea dentro de los Estados Unidos, Capetillo enfrentó momentos muy complicados en su vida profesional y personal, al punto de pensar en el suicidio, como le dijo al periodista Felipe Matías del Polígrafo Digital en 2014.

“Voy a seguir activo en el boxeo. A mí me habían dado la licencia, pero el mismo día que debía ir a la Corte para un nuevo capítulo de mi caso, me avisan media hora antes que tenía la obligación de presentarme sin que me dijeran con más tiempo de antelación. Pues acepté eso. Me reiteré en que Margarito nunca peleó con ningún vendaje ilegal”, declaró Capetillo que sigue afirmando sin titubeos en la voz que no caminó por el lado oscuro del reglamento del boxeo aquella noche del 24 de enero en el Staples Center de Los Ángeles cuando su pupilo cayó ante Mosley.

Una vez Capetillo fue encarado por la persona que más lo conoce en la vida y ante quien no podía sostener una mentira en caso tal así fuera. Su mujer le preguntó si en verdad había vendado a Margarito con esa sustancia ilegal de la que hablaban los periódicos y de la que incluso ella misma no sabía siquiera de qué se trataba.

“Le dije mi amor. Llevo toda una vida casado contigo. Sabes que mi vida va a la par que las de ellos (mis boxeadores) sé de sus sacrificios, sus luchas, veo cómo los roban, pero jamás haría algo que los dañara. Y la miré fijamente a los ojos y le dije: nunca vendé a Margarito con yeso como están diciendo. Y te lo reitero siete años después, nunca vendé con nada ilegal a Margarito”, sentenció.

Por: Redacción BDC Internacional – Fotos: Marco Pérez / MP Sport Images

 

 

 

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