En un combate muy cerrado, Rey Vargas se impuso por decisión dividida a Mark Magsayo y es el nuevo campeón del Consejo Mundial de Boxeo en la categoría Pluma. El mexicano supo reponerse a una caída en el noveno asalto para coronarse nuevamente en el ensogado ante el ‘Magnífico’, arrebatándole el título en su primera defensa.
Tanto Magsayo como Vargas salieron con sus armas en los primeros asaltos. El filipino recurrió a su volado de derecha y a su velocidad para contrarrestar al mexicano, que utilizaba los ganchos al rostro para hacerle daño a su rival. Llegó un momento en el que Vargas exhibió una combinación de hasta cuatro golpes que puso en aprietos al ‘Magnífico’, quien subió la guardia para contrarrestar los golpes.
Los primeros asaltos fueron favorables a Vargas, pero a partir del sexto el mexicano empezó a sentir el desgaste físico, viéndose más lento que Magsayo y tratando de conectar su recto de derecha sin mucho éxito. Por su parte, Magsayo se fue soltando y puso en peligros a su rival, enviándolo a la lona en el noveno asalto con un gran derechazo que provocó el conteo por parte del juez.
Los últimos asaltos fueron de toma y dame entre Magsayo y Vargas; el filipino mantuvo la presión para provocar la desesperación de Vargas, mientras que el mexicano respondió con un izquierdazo que no logró tumbar a su rival. Luego de 12 luchados asaltos, llegó el turno de las tarjetas: al final, los jueces decretaron 115-112 en dos oportunidades para Vargas y 114-113 a Magsayo, confirmando al mexicano como ganador y nuevo campeón.
Con esta victoria, Rey Vargas logra su objetivo en el peso pluma al sumar el título del Consejo Mundial de Boxeo, aumentando su récord a 36-0 con 22 KO. Por su parte, Mark Magsayo sufre su primera derrota en 25 peleas como profesional, dejando su récord en 24-1 y perdiendo el título en su primera defensa (había derrotado a Gary Russell jr. en enero de este año). Por lo tanto, hay un nuevo ‘rey’ en el peso pluma, que ahora debe decidir si le da la revancha a Magsayo, o se mide a Brandon Figueroa, que se perfila como su rival obligatorio.
Por: Víctor Amariz Castro | REDACCIÓN BDC