Mucho malestar generó el infortunado episodio en el pesaje oficial de la contienda entre Oscar Valdez ante Scott Quigg, en la cual el peleador británico no superó la cita con la báscula al marcar 128.8 libras, casi tres por encima del límite del peso pluma, dejándolo fuera de la posibilidad de pelear por el título mundial de la OMB en poder del mexicano.
La contienda estuvo en veremos luego de esa inesperada novedad, pero al final se terminó disputando, y Valdez coronó otra defensa más de su fajón ante un Quigg que se vio mucho más pesado en comparación al pesaje del viernes, 9 de marzo. Otro detalle que provocó más críticas.
Frank Espinoza, manejador del campeón de 27 años, fue uno de los más molestos tras la velada del pasado sábado en California, quien tildó de “poco profesional” al peleador europeo.
“Nosotros cumplimos al pie de la letra lo acordado y confiamos en que ellos habían entendido los términos también. Me parece poco profesional lo hecho por Quigg y su entrenador (Freddie Roach) que llegaron a 128.8 libras. Claramente se ve que no entendieron lo acordado o nunca estuvieron de acuerdo, no lo sé, pero todo esto me dejó muy disgustado”, dijo Espinoza.
El empresario también mencionó que ofreció una segunda jornada de pesaje para dejar las cosas claras antes de la pelea, pero recibió una rotunda negativa por parte del equipo de Scott. “La Comisión tampoco actuó para que se realizara ese segundo pesaje. Al final terminaron poniendo el peligro la integridad de mi luchador al enfrentarlo a un rival más pesado”.
Para el día de la pelea en el StubHub Center, Quigg se mostró más corpulento de lo normal, hasta se dijo que estaba pesando 142 libras, agravando el panorama de una pelea que dejó muy mal parado al púgil de 29 años.
Quigg se defiende
Muchas críticas cayeron sobre Scott Quigg producto de este infortunado episodio. Ante las acusaciones, el peleador manifestó que lo ocurrido no fue producto de “desinterés o falta de profesionalismo de su parte”, sino de una fractura sufrida en su pie, la cual sucedió hace un mes.
Quigg explicó que la lesión no perjudicó su rendimiento, pero sí afectó la parte final del campamento, donde no pudo realizar ciertos ejercicios para estar en línea con el peso.
“No fue una estrategia sucia de nuestra parte. Hace cuatro semanas me fracturé el pie, imposibilitándome hacer carreras y ciertas otras cosas vitales para manejar el peso, y al ver que estábamos tan cerca de la pelea, decidimos no cambiar las cosas, porque la idea no era afectar mi estilo de lucha”, explicó.
La meta de llegar a las 126 libras estaba bien encaminada, pero esa lesión trajo problemas que no pudieron solucionar a tiempo. “Tratamos varias cosas para llegar al peso, eso me deja algo tranquilo. Asumo toda la responsabilidad de lo sucedido”, concluyó.
Por: Redacción BDC Internacional – Foto: Marco Pérez / Mpsportimages.com