Terence Crawford (28-0, 20 KOs) retuvo la corona del peso welter de la OMB al escriturar su victoria con el nocaut número 20 de su carrera sobre su compatriota Henry Lundy (26-6-1, 13 KOs) al que doblegó en el quinto asalto a los 2:09 minutos, en el pleito estelar de la cartilla en el Madison Square Garden de Nueva York, la noche del sábado.
Con el preámbulo caliente con el que se enmarcó el duelo durante su semana final, el combate en su corto trayecto fue limpio y no tuvo un capítulo adicional al conato de reyerta de dos días atrás.
El boxeo de Crawford fue limpio, claro, inteligente y sujeto a un plan que le dio el final esperado a la mitad de la quinta rueda.
Asalto por asalto
Asalto uno. Lundy sorprendió con un par de volados de derecha que le llegaron plenos a la cara del campeón Crawford que intentó contraatacar, pero no fue contundente como su agresivo rival.
Asalto dos. El monarca de las 140 libras mantuvo alejado a su contrincante con el jab de derecha con el que ajustó los puntos necesarios para llevarse el asalto sin problemas.
Asalto tres. Henry Lundy se desajustaba cuando intentó romper la distancia de Crawford desde la cual siguió dominando este segundo asalto en línea. La derecha de Terence punteó con claridad.
Asalto cuatro. El plan de Crawford en el pleito es claro y se va cumpliendo. El jab para mantener a distancia al aparatoso contrincante Lundy, y la zurda para conectarlo. Aunque no lo pescó con un claro, el jab de Terence es el arma que lo lleva ganando la pelea a esta altura.
Asalto cinco. Crawford consumó su libreto con una lluvia de golpes a la que sometió a Lundy cuando lo mandó a las cuerdas produciendo una primera caída de la que se repuso solo para terminar siendo carne de cañón para el monarca de las 140 libras de la OMB. Lundy tenía la mirada perdida y sus restos físicos no le daban para más.
Por: Redacción BDC Internacional / Foto: Top Rank