Dillian Whyte se impuso en una pelea de infarto sobre Oscar Rivas con cartones de 115-112, 115-112, 116-111 y se coronó campeón interino del peso pesado por el Consejo Mundial de Boxeo.
Sin embargo, la pelea estuvo más cerrada de lo que lo mostraron las tarjetas, incluso, muchos dieron ganador a Oscar Rivas. Lo cierto es que fue una pelea cambiante, que pudo ser para cualquiera de los dos, pero las puntuaciones resultaron ser abismales y en desacorde con la realidad, más si se tiene en cuenta que el vallecaucano derribó a su contendor sobre el noveno asalto.
Los primeros matices fueron feroces, con dos mastodontes sobre el ring que fueron a entregarlo todo, sin respetos, y conectando puños que hacían notar su poderío.
Sin embargo, el jamaiquino estuvo mejor en las dos primeras vueltas, sobre todo en la segunda, en donde se llegó a pensar en un nocaut prematuro. Una lluvia de golpes cayó sobre el colombiano, quien con su buen jab supo neutralizar a su rival.
Para el tercer round las aguas se calmaron. Rivas entendió que debía presionar, pero al mismo tiempo mantener alejado del fuerte golpe de Whyte. Tarea muy complicada, pero que el sudamericano ejecutó de una excelente manera. El jab de izquierdo de Whyte, que hasta aquí tanto daño había hecho, fue neutralizado por un colombiano que ya caminaba de manera más frontal y tomaba casi la totalidad de la iniciativa.
Rivas mejoró y con esa mejoría apareció el tan pedido trabajo a la zona hepática, que era combinado con unos temibles volados de derecha que no aterrizaban en su totalidad, pero que cuando lo hacían tambaleaban al criado en el Reino Unido.
Whyte se mantuvo caminando hacia atrás y apostándole al contragolpe. Es decir, los papeles se invirtieron según se había analizado y pronosticado en la previa de esta contienda, en donde la mayoría veía a Whyte con la iniciativa.

Esa buena labor del ‘cafetero’ se vio materializado en el noveno episodio, cuando una derecha de Rivas perforó la guardia del contrario para dejarlo contra las cuerdas y hacerle el trabajo más fácil al puño izquierdo, que solo debió empujar a Whyte contra la lona.
Sin embargo, el aguante de Whyte se puso a prueba y la pasó con lujo de detalles. En ese mismo asalto el jamaiquino se recuperó y le dio guerra a Rivas. La caída no mermó su rendimiento y le plantó cara al colombiano con buenas combinaciones.

Tanta fue la mejoría de Whyte que se vio más entero para los últimos tres asaltos, donde Rivas bajó las revoluciones y peleaba con corazón ante la ausencia del aire. Cada golpe del jamaiquino era una verdadera amenaza y esta vez fue Rivas el que puso a prueba su buena resistencia, aguantándole golpes a uno de los mayores pegadores de la división.
Rivas quiso boxear sobre el final, contra un Whyte que se le fue encima, pero que también se quedó sin gasolina, lo que fue aprovechado por el crédito de Sur América para entrar en candentes intercambios.
La pelea fue emocionante y cambiante, pudo ser para cualquiera de los dos lados, pero la distancia de las tarjetas deja ver que la localía surtió efecto, más cuando Rivas derribó a Whyte.
Por: Jeffry Almarales Nieto