Dicen que el buen hijo vuelve a casa. Y esta vez, así fuera solo de paso a saludar, regresa. Así fue lo sucedido con William Urina el pasado martes, quien volvió al barrio Las Flores de Barranquilla para recordar viejos tiempos, saludar conocidos y cumplir con una bonita labor. Colaborar a los jóvenes con recursos para el boxeo que practican en el sector.
En una improvisada cancha de tierra, rodeada de cuerdas simulando un cuadrilátero donde los interesados y futuros campeones se preparan, Urina llegó cargado de cajas y regalos para ellos. Guantes, sacos, y demás útiles que servirán para que los muchachos, continúen con su preparación y se alejen de malos hábitos.
En vivo y en directo, no a control remoto, Boxeo de Colombia acompañó al hoy entrenador de boxeo en Nueva York para que hiciera presencia en esta entrega. Urina, por su parte, manifestó que no era fácil regresar al barrio donde creció, pues sus ocupaciones en la ‘Gran Manzana’ lo impiden. Por eso, aprovechó sacando un tiempo para saludar a su familia y volver a sus raíces, pues hacía cerca de cinco años no lo hacía.
William, quien creció en Las Flores sin los implementos necesarios para ser un boxeador profesional, recordó aquel momento y se mostró sin palabras por lo indescriptible que era el momento de ayudar, con su pequeño aporte, a los jóvenes que necesitan los recursos.
“Es algo que no hay palabras para describirlo. Cuando empecé el boxeo no tuve alguien que me apoyara, que me dijera aquí tienes un par de guantes para que practiques. Eso lo sentí en el barrio”, comentó. Además, destacó que tampoco tuvo un gimnasio y desde siempre han ocupado los parques para entrenar el boxeo.
La satisfacción es el resultado del deber cumplido. Urina la tiene. Llevó felicidad a varios jóvenes para que salgan adelante y triunfen en el cuadrilátero si son dedicados, para así alejarse de “cosas malas y se unan al deporte”, en un barrio de escasos recursos.
“Las Flores es un barrio en que todo mundo se conoce. Son familia, son unidos. Sé que no todo es bueno y siempre hay alguien que quiere hacer cosas malas. Estamos tratando que no las haya, sino que haya cosas buenas y todo sea en armonía”, comentó.
En el barrio está la escuela llamada Club Las Flores, que es donde de vez en cuando los jóvenes se reúnen a sus respectivos entrenamientos. Urina siempre la ha representado por su nombre, pero al parecer, los habitantes quieren cambiarle el nombre para que se llame como el boxeador profesional, motivo de orgullo para el sector.
Ahora, no queda más que seguir apoyando a las futuras promesas del deporte y él, desde Nueva York, estará pendiente para ayudar con lo que esté a su alcance; mientras continúa en su nueva labor, vinculado al boxeo como entrenador en un gimnasio de ‘La Capital del Mundo’.
Por: Rolando Amaya / @rolandoamayav_ – Vídeo: Marco Pérez / MPsportimages.com.