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Yeni Arias y un sueño cumplido más allá de Tokio 2020

Tras caer contra la filipina Nesthy Petecio, la colombiana Yeni Arias se despidió de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y, entre lágrimas, vio cómo se le escapó su principal sueño en sus primeras olimpiadas.

Pudo haber pensado en la gloria y bañarse en el metal precioso de alguna de las medallas, sí. Pero había una motivación más, un objetivo claro. Arias buscó la gloria para consagrarse y tener los recursos para brindar una mejor calidad de vida a su padre, quien perdió la movilidad hace varios años y no puede caminar.

“Mi papá tiene una discapacidad, tiene fracturada la columna. Uno de mis anhelos es ponerlo en tratamiento. Lleva más de 30 años que no puede caminar. Al menos sería quitarle los dolores”, dijo Yeni a BDC Boxing.

Luego de tres asaltos, la decisión de los jueces en cuartos de final fue de 5-0 a favor de la filipina. El mundo pudo haberse caído para Yeni, su sueño parecía derrumbado y sin luz en el camino. Sin embargo, su logro de haber estado en Japón, le abrió las puertas de nuevo.

“Me dieron la noticia y una clínica en Risaralda lo va a atender. Va a ir un cirujano a revisarlo y ver qué se puede hacer”, comentó la boxeadora, quien añadió que se siente orgullosa por lo sucedido y por lograr el objetivo de atender a su padre.

“Ya estamos hablando con la familia para conocer exactamente cuáles son los requerimientos de la operación del señor Luis Alberto Arias González, padre de la boxeadora. Nos ofrecemos ayudarles con la intervención quirúrgica y todo lo que se derive de ella, nuestro objetivo siempre es ayudar a la comunidad. Además, me siento satisfecho de devolverle un poco de todo lo que hizo esta luchadora por el departamento y el país”, destacó John Quevedo, gerente de la Clínica Los Rosales de Pereira.

Pero no todo para ahí, pues el gobernador del departamento de Risaralda, Víctor Manuel Tamayo, reconoció que comenzaron los trámites para regalarle una casa a Yeni, en Dosquebradas o Guática, “donde ella elija”. Una buena nueva más para Arias.

“Aprendí qué es vivir una olimpiada. No tengo palabras para describirlo. De cada combate queda una gran enseñanza. Tengo en mente seguir trabajando duro. Quedan tres años para los próximos olímpicos. Cogí mucha experiencia y la próxima no voy de novata”, reconoció Yeni.

Así, Yeni espera retornar a casa. Si bien lo hará con las manos vacías al no lograr la medalla, volverá con el corazón inflado de tanta felicidad al saber que podrá cumplir su objetivo e intentará que su padre tenga una mejor calidad de vida de ahora en adelante.

Por: Redacción BDC.

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