En el departamento del Cauca, el año 1985 es recordado con recelo debido a que se presentó una de las masacres más atroces en la historia de esta zona del país. Más de 160 jóvenes campesinos perdieron la vida a manos del Comando Ricardo Francos en el corregimiento de Tacueyó, zona rural del municipio de Toribío, luego de ser acusados de trabajar como informantes del Ejército Nacional de Colombia y la CIA.
Meses antes de este hecho que enlutó a la sociedad colombiana, a unos 200 kilómetros de distancia, veía la luz por primera vez uno de los peleadores colombianos con mejor presente a nivel nacional e internacional. Se trata de Roamer Alexis Angulo, un declarado enamorado de su natal Tapía y sus raíces campesinas.
Sus primeros años de vida transcurrieron entre la naturaleza y las labores del campo, al lado de su abuela, la mujer que se encargó de enseñarle todos los valores que lo han caracterizado dentro y fuera del ensogado.
A los ocho años de edad, Roamer Alexis sufrió uno de los golpes más duros de su vida: la muerte de su abuela. Fue por esta razón que debió ir a vivir con uno de sus tíos, quien también aportó en gran medida a la constitución de su ser.
Su primer acercamiento con el pugilismo se dio por casualidad en la ciudad de Cali, cuando aún era un confeso seguidor del balompié. Empero, poco a poco fue encontrando en el boxeo un espacio para desarrollar sus habilidades.
Al poco tiempo, Roamer debió mudarse a la ciudad de Bogotá, donde no contaba con el tiempo necesario para dar rienda suelta a su pasión por la práctica del deporte de las narices chatas, debido a que debía dedicar su tiempo a otras labores.
El poco tiempo libre que tenía, lo utilizaba para ponerse a tono. Con el correr de los días, Angulo tomo una decisión que sin duda le cambiaría: se presentaría a prueba en la Liga de Boxeo de Bogotá.
Fue en dicho lugar donde sufrió su primer revés, debido a que no contó con el apoyo que hubiera querido. Derrotado regresó a su tierra natal, donde se juró no volver a probar suerte en el boxeo.
Pero la pasión pudo más y tras de 3 años, volvió a las instalaciones de la Liga de Boxeo en la capital del país, donde encontró en Raúl Iznaga, entrenador de la Selección Colombia, un respaldo irrestricto.
De esta forma, Angulo empezó a forjar su camino en el pugilismo nacional, al nivel de ingresar a la Selección de Bogotá y lograr una medalla de bronce en los Juegos Nacionales de 2008, así como una presea de oro en las justas nacionales siguiente.
Su buen nivel lo llevaron a hacer parte de la delegación colombiana en varias competencias internacionales, sin saber que estas eran sus últimas presentaciones como amateur.
De la mano de Pedro Díaz, entrenador de la promotora Mundo Boxing, inició su preparación en Miami para dar su salto al profesionalismo, el cual se dio en el 2010 en República Dominicana ante José Félix, sumando una victoria.
Desde ese momento, ha saltado en 27 ocasiones más al ring en distintos puntos de la geografía, logrando conquistar los cetros latinos de la Federación Internacional de Boxeo (2013) y la Organización Mundial de Boxeo (2017) y siendo retador mundialista.
El peleador asegura que gracias a su experiencia sobre los ensogados se encuentra listo para disputar un campeonato mundial, así como para pelear contra cualquier rival en su categoría.
Por: Redacción BDC