El Manchester Arena nunca dejó de apoyar. Con cánticos y aplausos los ingleses no cesaron de apoyar a Anthony Crolla durante la pelea del sábado por título mundial. Pero la barra de Darleys Pérez no se quedaba atrás, un improvisado estadio se formó en la casa del pegador, en Barranquilla, en donde su esposa, hijos, familiares y amigos de Cuadrilátero acudieron para enviar la energía al púgil.
La hora cero se acercaba y la ansiedad se hacía notar. Mientras Darleys lucía tranquilo en las imágenes de televisión, su familia vivía un verdadero nerviosismo esperando que el antioqueño subiera a defender su cetro.
“Estuve muy nerviosa. Estaba muy ansiosa, ya quería que saliera a ver qué pasaba. Cuando salió al ring me emocioné mucho como siempre, esperando un buen resultado y pidiendo a Dios que lo protegiera”, señaló la esposa de Darleys, Dayana López.
El pleito estaba muy parejo, las tarjetas de los jueces así lo atestiguaban, hasta que un gancho al hígado tumbó a Pérez, y con él se vino la ilusión de todo un país, que quería mantener a su único campeón mundial.
“Cuando Darleys cayó me partió el alma. Primero porque me preocupó su estado físico, no sabía qué le dolía o si le habían hecho algún daño, los golpes no son vitamina. Me partió el alma verlo con lágrimas en los ojos, porque desde que estamos juntos es la segunda vez que lo veo llorar, sé que fue muy duro para él y a mí me duele igual”, explicó López.
Después del combate, Dayana logró comunicarse con Darleys, a quien notó “muy triste porque esto ha sido algo por lo que ha luchado toda su vida. Él es un boxeador de nivel y sé que le van a volver a dar la oportunidad de pelear por un título”.
Por: Jeffry Almarales Nieto / @JeffryAlmarales/Foto: Marco Perez zapata /Mpsportimages.com
