Junto a cientos de personas que asistieron a su casa, en un humilde barrio del sur de Caucasia, vivió Cecilia Hernández, madre de Dayana Cordero, la pelea en la que su hija se coronó campeona del mundo de las 118 libras de la AMB.
La reyerta avanzaba, igual que la noche colombiana. Ya era la madrugada del sábado cuando llegó el inesperado nocaut tempranero de Cordero, que se vio en la terraza de la casa de Cecilia en un televisor que sacaron a la calle. Todos saltaron y la algarabía era increíble, pero a nadie le irrespetaron el sueño, porque todo el pueblo estaba pendiente del pleito. “Dayana se comportó como una heroína, con qué facilidad le dio un ‘matapencazo’ en la oreja. Todos, hasta los hombres, lloraban de la emoción, me abrazaban personas que ni yo conocía”, narró emocionada.
Cecilia recordó el momento en que llevando la contraria a su esposo, decidió apoyar a Dayana en su travesía del boxeo, sin importar que las calificaciones de ésta en su colegio no fueran las mejores. “El papá no la dejaba, pero yo la alcahueteaba”.
Y es que el deporte que practicaba Cordero no era el boxeo, sino el atletismo. Gracias a esta actividad física conoció muchos, casi todos los municipios de Antioquia, obteniendo reconocimientos en cada una de las competencias en las que participaba. “Siempre ganaba, tengo la casa llena de trofeos”, aseguró ‘La Mona’ como es popularmente conocida Cecilia.
Cordero insistía en dejar el deporte que tantas alegrías le daba, y prefería salir a las calles, en donde se forjó su talento, para realizar peleas callejeras contra los hombres.
“Cuando empezó con su travesura me venían a avisar, mira ‘Mona’ allá en la esquina donde doña Joaquina está Dayana, le tienen una rueda armada. Iba yo allá y le tenían como un ring de puros niñitos y ella dándose trompadas. Jamás llegó herida”, expresó Hernández.
Al ver que una mujer, de 10 años, era la protagonista de tantas peleas en las esquinas, decidieron llevarla a Daniel Baldovino Acosta, entrenador de la Liga de Boxeo de Caucasia. ‘El Diamante’ empezó a pulirse y fue llevada a cada uno de los torneos que se realizaban. Pero Cecilia tenía un gran problema, cuando a Dayana le tocaba viajar, ella estaba de turno en su trabajo.
“Yo trabajaba en un hospital, pagaba el turno y viajaba con ella. De todas maneras ella era una niña, y todos los que viajaban eran hombres. A los dos meses le echaron a un muchacho de Montería que tenía cinco años en el boxeo y ella le pegó una noqueada, le dio hasta en el suelo”, contó la mujer de 52 años.
La situación de la nueva campeona comenzó a dificultarse, cuando en 2010 murió su padre. Su madre al ver a una Dayana desmotivada decidió llevarse a su hija a Barranquilla, descartando Sincelejo y Montería.
“Dejé trabajado tirado, la liquidación y todo. Nos fuimos a Barranquilla con un billete de 100 dólares que nos regaló su primo Francisco Cordero (boxeador), que él venía de pelear en Japón”.
Fue en ese mismo 2010 cuando Cordero comenzó su carrera profesional con tan solo 14 años, ganado en Montelíbano tras una decisión mayoritaria. Ahora que tienen un año sin verse, pero sabiendo que su hija es la nueva campeona interina de las 118 libras de la AMB sólo se arrepiente de un detalle: “Si yo hubiera sabido que iba a llegar tan lejos le hacía un video. Esta historia es hermosa”.
Dato curioso: De sus 21 peleas, Dayana Cordero tan solo ha disputado tres como mayor de edad (18 años) consiguiendo un triunfo, un empate y una derrota.
Por: Jeffry Almarales Nieto / @JeffryAlmarales – Foto principal: Marco Pérez – MP Sport Images