El domingo, Luis de la Rosa brindó un entrenamiento abierto al público en el gimnasio Watanabe, para que los medios de comunicación tuvieran referencia de su estilo de pelea, el cual hasta ahora había sido un enigma para gran parte de la prensa. La rutina de ejercicios se vivió previa al combate que sostendrá el colombiano el último día del año contra Ryoichi Taguchi por el cinturón de las 108 libras de la Asociación Mundial de Boxeo.
El colombiano hizo algunos saltos con la cuerda, luego golpeó las manoplas mostrando ángulos que resultaron ser interesantes para la prensa japonesa, pues expuso variedad de golpes rápidos en diversas posiciones, por lo que sus comentarios sobre la notoria superioridad de Taguchi quedaron a un lado. Sin embargo, lo que más asombró a los nipones fue la seguridad con la que dio declaraciones el antioqueño.
De la Rosa casi aseguró que se llevaría el título consigo de vuelta a Colombia. Parece que el oriundo de Arboletes le apunta a un nocaut, pero se iría feliz si termina con una decisión favorable. El pegador criollo señaló en repetidas ocasiones que su país comenzará el 2016 con un nuevo campeón mundial, y esta es la última oportunidad que tiene para coronarse en lo más alto del boxeo.
Ambos peleadores ya se habían sometido a los exámenes médicos, en Tokio, los cuales aprobaron sin ningún problema. La noticia estuvo en la diferencia de estatura entre ambos, pues Taguchi mide 10 centímetros más que De la Rosa, y el alcance de brazo es de 8 centímetros de diferencia, lo que representa una ventaja para el campeón.
Los medios japoneses dan casi seguro que De la Rosa va a salir a buscar la pelea desde el primer round, pues no debe manejar la distancia, ya que jugaría en su contra.
Por: Redacción BDC – Foto: boxingnews.jp