Con el peso adecuado, Óscar Escandón salió de la rigurosidad de su dieta y cuenta las horas para subir al ring y luchar por el interinato 126 libras del CMB, el cual si llegara a ganar, iría dedicada a su pequeña hija, nacida hace un poco más de un mes.
El tolimense aseguró que mira esta pelea como un sparring, poniendo en duda que el mexicano aguante la distancia pactada. Escandón es consciente que actúa de visitante y debe salir a buscar el nocaut. Sin embargo, señaló que si es necesario está “preparado para pelear 15 asaltos”.
El colombiano fue autocrítico con la pelea perdida frente a Moisés Flores, un rival de 175 centímetros de estatura contra quien perdió su interinato 122 libras de la AMB. Ahora enfrentará a Castellanos quien goza de 166 centímetros, pero que de cualquier manera sigue siendo más alto que él por 10 centímetros.
“El único error que cometí en la pelea con Chucky fue que quedé muy parado. Además, venía de otro campamento que no me ayudaron en nada”.
Escandón – Castellanos será esta la noche del sábado en el DC Armony de Washington.