Todos los espectadores que fueron a ver peleas de títulos se retiraron del coliseo cubierto Elías Chegwin con la sensación de que perdieron tiempo y dinero. No hubo campeón ni de título ligero, ni mucho menos ganadora del cinturón latino del peso supergallo. La responsable: una pésima organización por parte de la cuerda Probox del Caribe y de su presidente, Juan Carlos Devia, quien no respondió a los boxeadores con el dinero que había pactado para la realización del evento.
La cartelera estaba programada para dar inicio a las 7 de la noche, pero las horas pasaban y la logística no dejaba ingresar a nadie, ni a espectadores, ni tampoco a los medios de comunicación, incluso, los árbitros, entrenadores y boxeadores tenían que esperar fuera del lugar, bajo un pequeño techo, intentando cubrirse de la llovizna que empezaba a caer. Luego, con 1 hora de atraso, se dio ingreso, aun así, el comienzo de la fiesta deportiva, se retrasaría 45 minutos más.
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Transcurría la pelea de Daulis Prescott contra Yohangel Romero, cuando Epifanio Mendoza y Manuel Banquez decidieron no subir al ring hasta que no estuviera el dinero en su poder.
“Soy una persona que viene de Cartagena, donde estoy entrenando, para hacer una pelea muy importante y ahora nos dicen que no hay plata. Esto es una falta de respeto y es lo que está destruyendo el boxeo en Colombia. Cuando vine aquí me dijeron que estuviera tranquilo, que el dinero sí estaba, pero yo lo quería antes, menos mal no me monté. Ahora yo voy a mi casa, mi familia me espera con algo, pero yo no tengo nada que brindarles. No vengo más a Barranquilla”, señaló ‘Diamante’ Mendoza.
Por tal razón se tuvo que saltar a la pelea de Breidis Prescott, quien enfrentaría a Kendry Galbán. Al término del primer round, el púgil de Venezuela abandonó el ring. Su entrenador le pidió una explicación, mientras Galbán sólo se limitó a responder: “no quiero pelear”.
“Kendry no ha comido en todo el día, le pidieron plata para la cena y no se la dieron. Ahora no nos quieren ni dar pasajes para irnos. Esto estuvo muy mal armado”, manifestó Leoscar Malo, miembro del equipo de Galbán.
Todos esperaban la siguiente pelea, pero desconocían que la pasada había sido la última. El público sin recibir información por la falta de respeto, abandonó el complejo deportivo en medio de abucheos e improperios, algunos marcaron que asistieron fue a “escuchar la champeta que colocaron”. Posteriormente lo hicieron el grupo de réferis.
“Nosotros nos limitamos a prestar nuestro servicio como jueces árbitros, el promotor debe dar razón de esto. No han cancelado nuestros honorarios. Colaboramos en las cuatro primeras peleas, pero ya se terminaron y aún no hay nada. Esto no es primera vez que pasa con este promotor”, aseguró el árbitro Víctor Orozco.
La preparación de los boxeadores para presentarse ante el público barranquillero y brindar un buen espectáculo se vino al piso. Todos perdieron su tiempo. Luis Flores canceló una pelea en territorio mexicano para venir a Barranquilla, pero perdió el viaje y la posibilidad de una pelea internacional, sólo por venir a disputar un título Fedebol del peso ligero, avalado por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el cual nunca existió.
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“Yo me estoy preparando en Mérida, Yucatán, en México. Juan Carlos Devia tiene el 50% de mi contrato, me interpuso una demanda que no me dejó pelear en Centroamérica y me hizo venir a Barranquilla. Vine a pelear pero quiero mi plata. Estoy cansado que siempre sea lo mismo, demora hasta 2 y 3 meses para pagar. Ya no aguanto más. Tengo un contrato que se vence en el 2016, pero quiero terminarlo ya”, declaró el oriundo de Magangué, en el departamento de Bolívar.
Tampoco hubo pelea estelar. Lo único fue que todos quedaron viendo estrellas. El público esperaba con gran euforia la pelea por el título latino del peso supergallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), pero no pudieron apreciarlo.
“Me parece una falta de respeto por parte del promotor del evento. Tuve mucho gasto, traje a mi hija, a mi hermano y demás familiares que vinieron de Córdoba, fue un gasto innecesario. Siento tristeza, me preparé mucho para esta pelea y me salen con esto. Siempre pensé que la pelea iba, si lo hubiera sabido antes, ni siquiera hubiera venido”, recalcó ‘La Leona’ Ayala, al tiempo que exigió una respuesta de su apoderado, Pedro Lozano, de por qué ni siquiera se había presentado al coliseo.
Por su parte, su contrincante Ana Lozano, presintió todo desde el principio, cuando ni siquiera la dejaban entrar a ella al escenario, por lo que nunca se movió del ringside a enguantarse. “No sé qué pasó. Yo únicamente veo que la gente se está yendo. Quiero pelear porque me he preparado muy bien. Pero esto es una clara falta de organización”. A su lado, su entrenador Orangel Ramos declaró que está “dispuesto a que Ana Lozano pelee el día lunes en el programa de Alberto Agámez”.
Al final, el promotor Juan Carlos Devia se presentó ante los medios de comunicación, en donde intentó explicar lo indefendible.
“La suma conjunta es de 2.300 dólares. Tenemos 30 días para reprogramar la pelea. Tuvimos muchos inconvenientes. Primero, la secretaría de deportes nos iba a patrocinar los permisos, a última hora el señor Joao Herrera nos dice que no, y tuvimos retraso con una póliza, por esto la pelea comenzó 1 hora después de lo pactado. Lo hicimos todo. Yo soy el principal responsable, pero hay que reconocer al boxeador el 25% del contrato”, subrayó Juan Carlos Devia.
Por: Redacción BDC