Óscar Escandón llegó este martes a Washington y todo el sacrificio que realizó para este pleito se pone el juego. La pelea contra Robinson Castellanos determinará que tanto valió el esfuerzo de alejarse de su familia y realizar un estricto campamento al lado de su entrenador Rubén Guerrero.
El ibaguereño se muestra seguro de sus condiciones, tanto así, que aunque manifestó que es un hombre de pocas palabras, advirtió un triunfo a favor para el pleito.
Escandón también habló de su pasada pelea, con la que terminó su efímero reinado, al perder el interinato de las 122 libras de la AMB contras Moisés Flores.
“La derrota no me echó para atrás, me motivó para seguir adelante”.
Además, el colombiano se refirió al reto de las 126 libras, asegurando que en esta categoría se siente más cómodo y con la suficiente fuerza para hacer daño con sus manos.
“En las 122 (libras) tenía un poco de dificultad. En 126 (libras) las veces que he peleado me he sentido fuerte. Si usted va subiendo lo que vale es la pegada y yo pego duro. No me complico por otros boxeadores que golpean duro, yo también tengo pego duro y también tengo los mismos cojones”.
