Aunque perdió con una gran diferencia en la decisión, y recibió innumerables golpes de todos los estilos por parte de Deiner Berrio el pasado martes en Puerto Colombia, Edinson Valencia salió aplaudido del escenario, el motivo: la gran entrega y seriedad con la que afrontó su pelea.
Detrás de cada nuevo intento de Valencia había una gran motivación: su familia, la cual esperaba en Fundación, Magdalena con los brazos abiertos al pegador de 38 años, quien mediante el boxeo, es el encargado de suplir los gastos de su esposa y sus cinco hijos.
“Tengo mi familia y estoy en el boxeo por ellos buscando un mejor futuro, si aguanté tantos golpes fue por ellos. Todos sabemos que al deporte en Colombia no lo apoyan. No tengo manejador, no tengo nada, por lo tanto debo seguir trabajando con las uñas”, explicó ‘Cuatro Filos’.
Con los puños busca abrirle paso a sus pequeños para que se desenvuelvan con una mejor educación, por ello aguantó varios años entrenando en las calles de su municipio natal, deambulando sin rumbo ni sede fija. Hasta que fue reubicado y ahora tiene su preparación en una infraestructura la cual antes funcionaba como un colegio.
Promediando el séptimo round, al entrenado por Jesús Martínez se le veía exhausto, amenazando con tirar la toalla en cualquier momento, pero los ánimos de su esquina lo empujaban a salir adelante. “!Yo soy bueno, yo soy bueno¡ se gritaba a sí mismo en cada descanso.
El experimentado pegador, quien tiene un record de 21 peleas ganadas (16 por nocaut) y 14 perdidas es un ejemplo a seguir para aquellos jóvenes púgiles que suben al ring, sienten una mano y quedan tendidos en la lona como si una aplanadora les hubiera pasado por encima, pero que después se levantan a su buscar el dinero prometido.
“Yo cuando vengo a hacer una presentación, vengo a hacer un buen espectáculo para que el público quede muy contento y me sigan contratando”, puntualizó Valencia.
Por: Jeffry Almarales Nieto / @JeffryAlmarales