El campeón ucraniano del peso pesado Oleksandr Usyk pesó 221.5 libras en la cita con la báscula en Jeddah (Arabia Saudita) la mañana de este viernes y el retador inglés Anthony Joshua paró la misma en 244.4 libras de cara al duelo que sostendrán ambos este sábado en el Medio Oriente en el que el primero llega con el mismo paquete de músculos que hace 11 meses atrás cuando en una decisión unánime le arrebató las cuatro correas en juego, AMB, FIB, OMB y Ring Magazine a Joshua, pesando en aquel momento 221 y 1/4 libras mientras que Joshua trae a la batalla 4 libras más en comparación al choque del 25 de septiembre en el estadio del Tottenham.
Lo mejor de la ceremonia fue la tensa calma en el cara a cara final tras pasar por la gramera cuando el promotor del evento, el Presidente de Matchroom Boxing, Eddie Hearn, le pidió en cuatro ocasiones a Usyk y Joshua que voltearan sus caras al público para las respectivas instántaneas, pero los dos se rehusaron a quitarle la mirada a su rival ante la ligera sonrisa de Hearn, quien no podía creer que la amabailidad de la pasada pelea no vino a Arabia.
Tras el quiebre de la formación habitual para ponerlos frente a frente, Usyk y Joshua sonrieron para el protocolo, chocaron las manos y bajaron pronto de la plataforma, primero Joshua, luego Usyk, quien quedó a merced de los cientos de fotógrafos acreditados para la velada en el desierto.