Néstor Santana recientemente llegó a Miami y ya deslumbró a más de uno que pretende apoyarlo en su camino en el boxeo profesional.

Santana es uno de esos jóvenes talentosos que emigra de Cuba buscando un futuro en el boxeo de paga, también motivado por el poco trato preferencial que recibió en la Selección de su país.

Su historia con el boxeo comenzó en la escuela, donde era señalado por ser un niño problemático y poco inclinado por el diálogo.

“La profesora me mandó para la casa y me dijo que no podía estar más allá”, contó Santana en conversación con BDC.

Fue allí cuando recibió la invitación del entrenador Erick Álvarez, quien lo motivó a participar de su escuela de boxeo, aunque a Néstor le tocó pagar la novatada.

«Me di cuenta de que no es guapería, que el boxeo es un arte”, reflexionó.

Desde ese punto se fue forjando como boxeador aficionado con un crecimiento exponencial, a tal punto de conseguir bronce en un torneo nacional escolar y plata en sus primeros juegos juveniles, resultados que lo llevaron a participar de la preselección nacional con apenas 18 años.

Lo que parecía ser el despegue de una gran carrera se convirtió en un estancamiento, pues Néstor sintió descuido en la delegación, argumentado en lo que él cree que es una excesiva atención en las estrellas de turno.

“Bajé el nivel porque me frustró que me apartaran. Ahí solo están las grandes figuras”, reprochó.

Eso motivó al nativo de Cienfuegos a apartarse de su familia y dejar su país, en busca de perseguir el que realmente fue su sueño de niño.

“Esto es lo más grande del boxeo mundial. Desde muy chamaco siempre soñé llegar a las grandes ligas del boxeo profesional. Me gusta más el boxeo profesional porque en el amateur paran mucho la pelea y yo tengo mucho temperamento. Soy fajador”, comentó.

Quien lo ve sobre un cuadrilátero, destilando poder de pegada con ambas manos, con su alta estatura y su gran corpulencia se niega a creer que Néstor apenas tiene 23 años. Pero desde esa corta edad ya piensa en grande, en emular la carrera de quien es su ídolo: Myke Tyson. Y comenzó bastante bien, no por nada lo apodan el ‘Toro’.

Por ahora va escalón por escalón y actualmente se encuentra entrenando en el gimnasio Mancini Rivalta Boxing de Miami.

Por: Jeffry Almarales Nieto