Con la decepción de dejar pasar la oportunidad perfecta para coronarse campeón del mundo, regresó Robinson Castellanos a Ciudad de México. “No fue mi noche”, fue la rápida respuesta que entregó el boxeador a los medios de comunicación que esperaron su arribo al aeropuerto.
Castellanos esperó muchos años la oportunidad por el título mundial, incluso la vio muy cerca debido a que era el retador número uno para la correa regular de las 126 libras del CMB que tiene Gary Russell. Y ahora sólo debe conformarse con el recuerdo de no poder superar a Óscar Escandón.
Pero Castellanos reveló que sufrió una serie de molestias que no le permitieron mostrar sus mejores condiciones. Primero sintió un inconveniente en el pecho. Después cuando derribó a Escandón con aquel golpe de derecha, su mano sufrió una gran hinchazón que, según él, no le permitió pegar de igual manera. Y como si fuera poco, el celayense aseguró que después del choque intencional de cabezas, que le ocasionó una cortadura, quedó en muy malas circunstancias, con molestias “en los ojos, la nariz y algo en la boca».
«Cuando me vuelve a rematar en el séptimo (round), cuando me remata con la derecha, ya nada más sentí el dolor y ya no me pude recuperar», recordó Castellanos. «estaba lastimado, no podía levantarme a que me lastimaran más. Se siente feo porque hicimos una gran preparación, sabíamos que podíamos hacerla y que no salgan las cosas. Se siente feo, triste».
Además el peleador señaló una serie de inconvenientes antes de subir al ring.
«Hubo unos detalles, salimos fríos. Estuvimos a las carreras con el vendaje, igual nos afectaron tanto, pero lo que realmente nos afectó fue el cabezazo».
Castellanos aseguró que no se rendirá en su lucha por el título mundial y que lo volverá a intentar. Además marcó que sólo tomará unos cuantos días de reposo antes de volver a los entrenamientos.
Por: Redacción BDC – Foto: Marco Pérez – MP Sport Images
