Muchos son los boxeadores cubanos que deben emigrar de su país para buscar la libertad deportiva, representada con su salto al profesionalismo.
Varios de esos púgiles se ven obligados a abandonar sus tierras natales para dar el soñado salto boxeo de paga, debido a que en su país no es permitido este deporte a nivel profesional, pese a que muchos de ellos realizan hasta 300 peleas aficionadas y forman parte de una fuerte Selección que cumple con papeles protagónicos en Juegos Olímpicos y recientemente en la Serie Mundial.
La mayoría de esos peleadores aterrizan en Miami, en donde actualmente residen cerca de 20 de ellos.
Eric Castaños, cinco veces campeón del mundo en Muay Thai, es el encargado de recibir en su gimnasio a los púgiles cubanos que traen consigo el sueño americano.
Uno de los boxeadores que más destaca entre todos es Yunier Dorticós, quien no deja al azar ningún detalle de su preparación para el pleito que sostendrá ante el kazajo Beibut Shumenov, el 29 de abril en el Palms Casino Resort de Las Vegas por el título mundial de los cruceros avalado por la Asociación Mundial de Boxeo.
El último combate de Dorticós (21-0, 20 KOs) fue el 20 de mayo pasado, cuando ganó por nocaut técnico a Youri Kayembre Kalenga en Francia, duelo en el que se colgó la correa interina que hoy aún luce.
Aunque el pegador invicto de 31 años ha tenido la intención de volver al ring no ha sido posible, pues semanas antes para la realización de sus peleas es notificado de la cancelación de la misma por diversos motivos.
“Hemos tenido que cambiar estrategias de campamento porque hemos estado entrenando y cuando faltan semanas para la pelea nos avisan que no va. Hemos tenido que volver a un plan inicial y tirarlo todo y eso es un poco frustrante”, aseguró Castaños, su entrenador.
Ahora, con los contratos firmados y con la promoción de la pelea en marcha, Dorticós vuelve a tener de cerca el objetivo por el cual decidió residenciarse en el país del ‘Tío Sam’.
Solo una pelea separa a Dorticós del tan añorado cetro orbital y por eso, en esta reyerta, Castaños espera que su pupilo demuestre por qué en su récord luce una probabilidad de nocaut del 95%.
“Casi todos los peleadores míos terminan por nocaut y eso es algo que Dorticós lo tiene natural, pero hemos buscado mejorar el upper para lastimar. Hemos buscado cómo lastimar al oponente y cómo terminarlo”, dijo el estrega cubano.
En la otra esquina estará Shumenov (17-2, 11 KOs), un peligroso asiático que se ha consagrado campeón del mundo en dos divisiones diferentes, y quien curiosamente también es dirigido por un cubano y amigo personal de Castaños: Ismael Salas.
“Respeto al muchacho, pero esa faja nos pertenece a nosotros. Vamos a salir con la mentalidad de triunfo. De pronto ese día haya fuegos artificiales arriba del ring”, cerró Castaños, quien no mezcla amistad con trabajo.
Por: Jeffry Almarales Nieto / @JeffryAlmarales – Entrevista y foto: Marco Pérez / Mpsportimages.com